Los más recientes indicadores de la economía en EE.UU. reflejan un aumento constante del índice de empleos y la posibilidad de un aumento en las tasas de interés.
El oro, metal precioso que es tradicionalmente un refugio en épocas de crisis, se ubicó esta semana por debajo de 1.200 dólares la onza, debido, entre otros factores, a el aumento del empleo en EE.UU. y los datos de la Reserva Federal que indican la posibilidad de un aumento en las tasas de interés.
En septiembre se crearon 248.000 nuevos puestos de trabajo en USA y el desempleo bajó desde 6,1% a 5,9%, el mínimo desde el año 2.008, que además significa un nivel que permite a la Reserva Federal estudiar un aumento en las tasas de interés, en vista del consistente avance en el desarrollo de la economía.
El aumento en el índice de empleo no ha sido lineal, sino por períodos y acontecimientos. Sin embargo ha sido constante en el tiempo desde hace 6 años, lo que ha llevado a banqueros y la FED a revisar las tasas de interés durante la reunión que sostendrá el organismo monetario el 28 y 29 de octubre, para analizar además el comportamiento en el precio del oro en relación al valor del dólar, en vista de la nueva situación económica que arrojan los indicadores.
La caída del precio del oro a 1.191 dólares la onza en el mercado spot de Londres, en un nivel que no se reportaba desde el mes de diciembre del año pasado, ha impulsado el dólar desde hace 4 años aproximadamente, en relación a otras divisas, especialmente en los últimos tres meses, en forma constante, comportamiento que no se veía desde hace 40 años.
Ni siquiera China parece interesada en la adquisición de oro, tradicionalmente ávida de ese metal precioso, en vista de las múltiples operaciones que está realizando en diferentes inversiones en proyectos de extracción de materias primas, especialmente en América Latina para aumentar su producción y exportaciones, así como el índice de su empleo.